BIBLIA Y POESÍA “VAMOS A LEER LA BIBLIA”
SERIE: ESTANQUES BÍBLICOS / 4º Programa
“ESTANQUES DE CAÑA”
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Estanques Bíblicos (Estanques de Caña)
BIBLIA: ISAÍAS 42:1-9 RVR 1960
El Siervo de Jehová
42 He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento;he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.
2 No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles.
3 No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia.
4 No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley.
5 Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan:
6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,
7 para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
9 He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias. AMÉN
POESÍA:
NECESITO TU PERDÓN…
Necesito tu perdón, Señor lo necesito.
Mi alma angustiada muere afligida.
Necesito tu perdón, Señor quiero tu vida,
sin ti a mi lado estoy perdido.
Pues he pecado, lejos me he ido,
Estoy en polvo, muero en ceniza.
Clama mi espíritu, por libertad,
Dios hoy te siento, eres la brisa,
me traes paz, me vas a amar.
Señor yo necesito tu perdón
no te acuerdes de mi rebelión.
Pues mientras quise callar
envejecieron mis huesos.
Más hoy mi error confieso,
no ocultaré mi maldad.
Necesito tu perdón, Señor lo necesito
Hoy sé que has olvidado mi impiedad.
con tu amor mis faltas has cubierto
Un nuevo hombre soy en tu verdad.
BlessedGuard
COMENTARIO DE LA HNA. DIANA HERNÁNDEZ: ESTANQUES DE CAÑA
En el libro “Obras completas de Juan Antonio Monroy Tomo VI”, se da una interpretación a las 3 instancias en la Biblia para la frase “caña cascada”.
En Lucas 7:24 (RVR1960)
24 Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
En esta instancia, Cristo compara la vida humana a una caña mecida por el viento, refiriéndose a Juan el Bautista. Así confirmando la extraordinaria personalidad del Bautista. Juan fue un hombre valiente, decidido, recto y firme “en su denuncia del mal”. Juan no era de carácter voluble como “la caña” que es mecida por el viento. La vida humana es breve y es frágil y por la insconstancia del tiempo, la vida humana puede compararse perfectamente a una débil caña que cimbrea a capricho del viento.
No obstante, el mismo Cristo en otra instancia allá en
Mateo 12:20 (RVR1960)
20 La caña cascada no quebrará,
Y el pábilo que humea no apagará,
Hasta que saque a victoria el juicio.
Cristo compara la vida del hombre en la tierra a una “caña cascada” o lo contrario de la vida de Juan el Bautista. Pero en esta instancia la “caña cascada” encierra una fuerte personalidad espiritual formada a imagen y semejanza de Dios. Se dice que la caña puede mantenerse erguida hasta alcanzar 100 años o troncharse en plena juventud. Todo depende de la intensidad del vendaval que muchas veces la azota pero también depende de la fortaleza de lo que la protege, del refugio que la cobije.
En Isaías 32.2 (RVR1960) la Biblia nos dice que
2 Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
600 años antes de nacer Cristo, Isaías dijo cómo sería Él.
La referencia a “caña cascada” en la lectura de la Biblia hoy (Isaías 42) se trata de Cristo.
Según dijo Pablo en Colosenses 3:3 (RVR1960)
3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Nosotros no somos una “caña cascada” ni una mecida por el viento, sino un árbol coloso y arraigado, con raíces en el cielo. Intercalando las palabras clave en Isaías 32:2, nosotros “estamos escondidos contra el viento con Cristo”quien nos proteje contra el turbión, nosotros no somos Estanques de Caña sino Arroyos de aguas frescas en una tierra de sequedad y vivimos a la sombra de un gran peñasco en tierra calurosa.
La caña que menciona la Biblia no es la caña de azúcar que nosotros conocemos sino una planta que parece una caña, es una caña pero de otro tipo, que crece en lugares húmeods. Es una planta común en Egipto, Palestina y Siria, su tallo termina en una gran panícula de flores blancas, tiene un diámetro de 5 a 8 cm. En la base y puede alcanzar una altura de 2.5 a 5.5 metros.
La caña se usa en la Biblia en sentido figurado para representar inestabilidad y fragilidad. También representa los oprimidos como el hombre a quién Jesús sanó la mano seca en un sábado.
No obstante lo que dice la Biblia, estamos viviendo momentos como lo que Jesús se encontró en Jerusalén. Nos estamos convirtiendo en una sociedad “cascada”, deprimida y perturbada, con gente viviendo en temor y agonía mental. Basta oír las noticias y ver niños corriendo en terror de sus escuelas. Ya nadie sabe donde va a enfrentar una tragedia, no hay que ir a ningún lugar en específico. Somos un pueblo doblado y cascado. Pábilos que se extinguen, ardiendo sin llama, aún así el Señor no va a permitir que nos apaguemos. Con los acontecimientos recientes y constantes la Biblia nos habla con un mensaje claro. Si Dios quisiera, ÉL podría detener y derrocar cualquier poder malvado, pero está permitiendo estas calamidades para que nos analicemos y comprendamos que el cambio tiene que venir o nos destruiremos.
Estar o ser cascado(a) significa muchas cosas, entre ellas: herido, hecho pedazos, sentimientos heridos, aplastados, frustrados. Hay mucha gente, aún en las iglesias, convertidas en cañas cascadas que no demuestran el gozo, la vida, la salud mental, corporal y espiritual que tenía Juan el Bautista. Se está apagando el fuego y se las pasan orando por lo que ya tienen, volviéndo sus vidas en un poco de humo. Un ejemplo en la Biblia de una persona “cascada” fue Elías, que aunque conocía a Dios y fue uno de los pocos que oyó su voz, y aunque hizo y deshizo, después fue un hombre mentalmente herido y físicamente abatido. Un hombre que dijo a Dios “no aguanto más”. Eso es estar cascado, roto.
Si hace tiempo no ganas una victoria, aunque hayas conocido a Dios, lo hayas hecho todo bien – en tu entender, pero te sientes cansado, desalentado, rechazado, solo y abrumado, quizás estás en el estanque equivocado… tienes que moverte de estanque. Estás seco, tibio, tu mecha se está apagando, ya no tienes un buen testimonio ni personalemente ni verbalmente. Ahí tenemos el testimonio de José, José tuvo que marcharse, irse a otro lugar, para ser “hallado” no “cascado”. Aquí estaba “cascado” allá fue reconocido.
Hermano(a) no sigas en un estanque de “cañas” a la merced de la tormenta, no seas como las vírgenes vagas e insensatas, regresa a la vida, a la vida con Cristo, Dios te quiere alegre, saludable, fuerte, decidido(a), y no como una caña cascada. Elías prefería dormir que hacer, pero el ángel de Jehová lo tocó y le dijo “levántate y come porque largo camino te resta”.
Si al escuchar mi voz yo soy ese ángel que te dice “levántate” no importa cuan cascado(a) estés, o apagado, Dios te dice que no esperes a que tu llama se estinga del todo, levántate ahora, porque tu FE no se apagará.
Levántate ya, come, reincorporate, haz lo que tengas que hacer, y verás que lentamente serás restaurado. ¿Qué estas haciendo en esa cueva — en ese estanque de caña? No te acomodes ni estés tan complaciente mientras se consume tu vida, busca dirección en la Biblia.
— No es con la palabra áspera con la que vas a restaurar tu vida. DIOS NO ESTÁ EN ESE MENSAJE.
–No es con una sacudida como el terremoto del tiempo de Elías. DIOS NO ESTÁ EN ESE MENSAJE.
–No es con palabra ardiente, amenazadora. DIOS NO ESTÁ EN ESE MENSAJE.
Mantén tus oídos atentos, porque Dios envía ángeles a tu rescate, Dios enviará un ángel que te dará la palabra que tu necesitas cuando estás herido. No será con palabra dura ni con un sermón, Dios es un silbido. Oíras una palabra suave y apacible, amorosa, delicada. Será una brisa suave, refrescante, te incorporarás y te levantarás.
¡Levántate y confía! Así se levantó el paralítico en el estanque de Betesda. Tu tiempo ha llegado. No te dejes llevar de amenazas ni de mentiras. DIOS NO ESTÁ EN ESE MENSAJE. Tu llama, oyeme bien, tu llama volverá a arder. Entrégate de lleno a Cristo y espera la Palabra que cambiará tu vida.
Aquí los dejo hasta el próximo programa cuando seguiremos con ESTANQUES BÍBLICOS, recorriendo la Biblia.
DISCOGRAFÍA:
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