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Ayunemos hermanos, pero de pecados, el comer carne no nos hace más pecadores
ni menos buenos a los ojos de Dios, pero ayunar de pecados nos hace más grandes y más puros
de corazón.
Ayunemos de hablar mal de otros, del chisme, de juzgar y difamar con la más pura hipocrecía, dejando a un lado el cementerio que tenemos adentro.
Ayunemos de vicios, sean cuales fueren, purifiquemos nuestro cuerpo porque es la casa de nuestra alma.
Ayunemos de malos pensamientos, de envidias y rencores pensemos en nuestros enemigos, si los tenemos, y enviemos
una oración por ellos, dicha con regocijo y buena voluntad.
Ayunemos de nuestra dependencia a los dolores y a las depresiones, porque nos habla de nuestra poca fe, ningún dolor
nuestro, está dado sin sentido.
Ayunemos de malos modales y falta de ternura, falta de besos, y aprendamos a decir a los que nos rodean ¡te quiero¡ ¡te amo!
Ayunemos de nuestras abominaciones espirituales, hagamos ayuno de falta de oración y dialoguemos con Dios, pidamos perdón y cambiemos de verdad, en forma individual, para que el mundo cambie en su totalidad.
Ayunemos de mentiras, especialmente las que nos engañan a nosotros mismos.
Ayunemos hermanos para que nuestra vida tenga sentido y hagámoslo siempre… como si fuera la primera vez.
EL RECHAZO.
Ayunemos hermanos, ayunemos. Pero no sólo de la comida sino de todo lo que represente un obstáculo para alcanzar nuestro DESTINO.
EL RECHAZO ES PARTE DEL PROCESO, YA TE REÍRAS CUANDO DIOS TE COLOQUE EN EL SITIO QUE ÉL TIENE DESTINADO PARA TI.
Hoy voy a reflexioinar en mi Biblia en
Proverbios 23:6-7 RVR 1960
6 No comas pan con el avaro,Ni codicies sus manjares;7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.Come y bebe, te dirá;Mas su corazón no está contigo.
Las palabras, acciones y actitudes de otras personas pudieran hacernos daño, lacerarnos, pero aún así no tienen por qué DESTRUIRNOS. Si nos apartamos, observamos desde lejos como lo hace Dios, cuando guardamos silencio, y nos dedicamos a escuchar qué es lo que sale de esa boca, ya nada te puede doler más, porque de esa boca sale la inmundicia o la ignorancia que habita en su corazón. Hay tantas personas que dicen conocer de Dios, y sí se han pasado “X” cantidad de años leyendo la Biblia, asistiendo a clases, haciendo obras, no faltan a la Iglesia, ayunan, son los que más oran, pero de eso a CONOCER A DIOS el trecho es largo y tendido. He aquí una persona “adulta” casi anciana, supuestamente diestro en el Evangelio que supone que cuando tenga algún problema o alguna duda debe concurrir a alguien para que se lo explique, a esta altura (eso se llama co-dependencia espiritual, nunca maduró espiritualmente, no sabe si de qué el mismo se trata, se lo tienen que explicar). Y entonces yo me pregunto ¿qué sabe de Dios? ¿qué relación puede tener un casi anciano con Dios si todavía necesita a alguien que se lo explique? EN EL SILENCIO DIOS NOS HABLA, escuchemos más allá de las palabras. No sufras más, simplemente dedicate sólo a escuchar y te curarás, y abrirás tus alas, y volarás, volarás, serás libre.
Proverbios 23:9 RVR 19609No hables a oídos del necio,Porque menospreciará la prudencia de tus razones.
Biblia y Poesía 