Dedico el mensaje de hoy a una familia cuya fortaleza y ejemplo dignifica al cristianismo.  Con mucho pesar nuestra comunidad le dijo adiós ayer al hermano Ángel Rivera, con quien tuve el honor de compartir iglesia por muchos años en Discípulos de Cristo.  Como le dije a la Pastora Loyda Rivera, su hija, lo que me queda del Hno. Rivera es que siempre, no importa cuántas veces, le saludaba, me estrechaba la mano y me miraba directamente a los ojos, una virtud que se ha perdido.  Si algo aprendí de él durante los años que lo observe será eso, siempre le voy a dar a cada persona “su momento” y de hecho así hago siempre.  En paz descanse nuestro amado hermano y ejemplo de cristianismo “Ángel Rivera”, quien también se unió al Círculo de Amigos mientras yo fui directora y compartió con nosotros un buen rato. Película corta de su llegada a la fiesta.

¿Qué recuerdo vas a dejar tu en las vidas con las que te cruzaste? El día que te mueras ¿qué huellas dejas?  Eso es algo para reflexionar y siempre irradiar la Luz de Cristo.  A Loyda solo tengo que ofrecerle mi más sincera amistad y hermandad en Cristo y estar presta a servirle a su instancia y al instante (con rapidez, velocidad y esmero. Te amo Loyda y a tus hijas y nietos Amanda, Sara y Spencer (que son con los que compartí) y todos ellos llevan consigo mucho de ti.  Mi hermano Spencer es además hermano de bautizo, nos bautizamos en las mismas aguas.

(Ver vídeo anexo de Loyda llegando con el Hno. Ángel, mi invitado de honor).

Para ver el VIDEO DE LOYDA LLEGANDO CON SU PAPA A LA FIESTA: 

DEDICO ESTA POESÍA A LA FAMILIA RIVERA.

Como el águila

                                     de Zaida C. de Ramón

Cual águila es el cristiano,
es fiel la comparación;
se deleita en las alturas
en Aquel que lo creó.

Si alguna vez intentara
elevarse y no pudiera,
es tiempo de renovar
todas sus plumas ya viejas.

A la roca se dirije,
contra ella se quebranta,
voluntariamente sufre
pero sale renovada.

Si el mal tiempo se avecina
y le alcanza la tormenta,
No teme, no sale huyendo;
nunca jamás se amedrenta.

Esta es la oportunidad,
el momento que esperaba;
con voluntad y valor
se dispone a traspasarla.

No tarda en subir muy alto;
alcanzó lo que anhelaba:
que el huracán con su fuerza
a la cima le elevara.

Se cumple ese hermoso verso
de la Escritura sagrada:
“Todo obra para bien
en aquellos que a Dios aman”

AMEN

(Poesía recitada a instancias de Juanita Rosario, Presidenta de Damas, 13 AGOSTO 2013)

Yo siempre he trabajado para todos ustedes.